“Me mantuve positivo. Dejo salir mis frustraciones algunas veces, pero siempre me mantengo positivo y siempre tengo esperanzas"
“Ya gané en algunos estilos, pero este fue un fin de semana bastante estresante hasta el final”, dijo Rahm, de 27 años, después de terminar con un total 267 (17 bajo par) y ganar por primera vez desde el Abierto de Estados Unidos en junio pasado.
“El jueves, viernes, jugué increíble y tuve un control increíble de mi juego. Parecía que realmente nada podía salir mal”, dijo Rahm, quien tuvo una parte de la ventaja en la primera ronda y luego el resto del torneo, incluida una ventaja de dos golpes sobre Kitayama y Cameron Champ después de 54 hoyos. “Ayer jugué muy bien desde el tee al green, simplemente no pude hacer los putts. Hoy me sentí bien, pero no pude empezar. Y tuve mis oportunidades, tuve mis putts, y simplemente no los acerté”.
Quizás el único factor que puede proporcionar una grieta en la armadura competitiva de Rahm es la familia. Mientras se acercaba al green final en el Abierto de México en Vidanta, y necesitando dos putts desde 23 pies en la franja trasera para asegurar su primera victoria de la temporada 2021-22 del PGA TOUR, Rahm miró a su esposa Kelley y a su hijo Kepa de 1 año y permitió que su mente divagara, aunque fuera brevemente, de la tarea que tenía entre manos.
Rahm asegura su séptimo título del PGA TOUR, pasa al No. 6 en la FedExCup y se acerca a Scottie Scheffler en su búsqueda por regresar al primer puesto en el Ranking Mundial Oficial de Golf, ademas de recibir un premio en dinero de 1.3 millones de dolares.
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